La capital andaluza suma con ésta, ocho ocasiones en la que recibe este partido, serie que empezó en 1925.
El Real Madrid y el Osasuna disputarán este sábado la final de la Copa del Rey en Sevilla, que será sede de este partido por octava vez y que en las otras siete ediciones en las que se jugó nunca tuvo como contendientes al conjunto madrileño o al pamplonés.
El estadio de La Cartuja, por su parte, se ha hecho un clásico de esta final al acoger la sexta, la cuarta consecutiva en las últimas ediciones y otra más asegurada, la del próximo año, después del acuerdo suscrito en su día ente la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y la Junta de Andalucía.
Antes de esta serie, ya en 2019 el Benito Villamarín había sido sede de la final, la cuarta entonces en Sevilla y que ganó el Valencia al Barcelona (2-1) un 25 de mayo con goles del francés Kevin Gameiro y Rodrigo Moreno y otro del argentino Leo Messi, que acortó distancias.
Así, la capital andaluza suma, con ésta, ocho ocasiones en la que recibe este partido, serie que empezó en 1925, cuando se disputó en el estadio de la Reina Victoria, ubicado en la zona sur de la ciudad y entonces utilizado por el Sevilla.
El ya desaparecido estadio recibió el nombre por estar en una parcela próxima a la entonces Avenida de la Reina Victoria, hoy Avenida de la Palmera, y en mayo de ese 1925 accedieron a la final de la Copa de España el Barcelona y el Arenas de Guecho, con victoria del conjunto catalán por 2-0 con tantos de José Samitier y de Agustín Sancho.
Tardó 74 años en volver la final de Copa a Sevilla y entonces se disputó en mayo 1999 en el recién estrenado Estadio de La Cartuja, construido para albergar los Mundiales de atletismo de ese año y también como joya de la aspiración olímpica hispalense, que presentó candidatura para los Juegos de 2004 y 2008.
Este moderno recinto deportivo, que ronda las 60.000 localidades, está situado al norte de la ciudad, en la denominada Isla de La Cartuja, donde se desarrolló la Exposición Universal de 1992 y que comparte término municipal con la localidad de Santiponce.
El estadio fue inaugurado a primeros de mayo de 1999 con un partido de fútbol entre España y Croacia, que acabó con el resultado de 3-1 para los anfitriones. El primer tanto en el coliseo lo marcó un exjugador sevillista como Davor Suker. Remontaron Vicente Engonga, Fernando Hierro y Dani García Lara.
A finales del mismo mes llegó la final de Copa, en la que otra vez fue protagonista el Valencia al ganar por 3-0 al Atlético de Madrid, con un doblete del argentino Claudio ‘Piojo’ López y un gol de Gaizka Mendieta.
La tercera final de Copa tardó en esta ocasión poco en volver, pues La Cartuja repitió en 2001 con un Zaragoza-Celta. El conjunto aragonés se impuso por 3-1 al gallego, que se adelantó en el marcador con un gol del ruso Aleksandr Mostovoi, pero Xavi Aguado, el brasileño Paulo Jamelli y Yordi González lograron la remontada.
Después llegó la cuarta final en la capital de Andalucía, la mencionada en el campo del Betis en 2019, y la quinta y sexta fueron consecutivas, aunque con la peculiaridad que obligó la pandemia de la covid-19.
En la primavera de 2020, con el estado de alarma decretado y suspendidas las competiciones deportivas, no se disputó la final a la que habían llegado los equipos vascos Real Sociedad y Athletic Club. Hubo que esperar hasta el 4 de abril 2021 para que tuviera lugar el partido y lo hizo además con restricciones de público por la pandemia.
Ganó 1-0 el equipo guipuzcoano sobre el vizcaíno, aunque el Athletic tuvo la oportunidad de repetir dos semanas después, el 17 abril en la final de 2021, y se encontró con el Barcelona, que se impuso por 4-0.
El Estadio de La Cartuja había así entrado en una frenética actividad en la que se sucedían partidos de fútbol, como la Supercopa España de 2021 que reunió otra vez al Athletic y el Barcelona con nueva victoria culé.
Incluso fue sede en ese año de cuatro partidos de la Eurocopa de selecciones, después de que la UEFA desestimara disputarlos en el estadio de San Mamés, sede en un principio elegida.
Para ese torneo continental se hizo una gran inversión económica en una instalación deportiva que se había inaugurado en 1999 y que actualmente tiene todos los avances de un estadio cinco estrellas.
Sobre su terreno de juego jugaron en abril del pasado año, en la última edición, el Betis y Valencia y fue el equipo sevillano el que se llevó el trofeo de campeón tras acabar el partido y la prórroga con empate a uno y superar la tanda de lanzamientos desde el punto de penalti.
Ahora serán el Real Madrid, que afronta su cuadragésima final, y Osasuna, con su segunda, los que se estrenen en Sevilla en uno de los partidos mas especiales de cada temporada futbolística.
Con información de Agencias.