El canciller de la República afirmó que Venezuela enfrenta “quizás la mayor amenaza en más de 200 años”.
En medio de crecientes tensiones geopolíticas en la región, el canciller venezolano Yván Gil lanzó este martes una dura advertencia: las fricciones en el Caribe no solo ponen en jaque a Venezuela, sino que representan «una amenaza directa para toda América Latina y los pueblos soberanos del mundo».
Las declaraciones, cargadas de denuncia y llamado a la unidad, se produjeron durante la instalación de la Asamblea de los Pueblos, un foro internacional que reúne en Caracas a más de 500 delegados de movimientos sociales, partidos políticos y organizaciones de diversos países.
Yvan Gil: es la mayor amenaza en dos siglos
Gil no escatimó en calificativos al describir el panorama actual como «quizás la mayor amenaza en más de 200 años de historia republicana». Según el ministro de Relaciones Exteriores, esta ofensiva está orquestada por el «poder económico, militar y mediático de Estados Unidos», que habría desatado una «guerra psicológica sin precedentes» contra el país bolivariano.
El canciller detalló que, en las últimas 25 semanas, se ha intensificado un «hostigamiento militar» a través de mensajes provocadores, complementados con sanciones que tildó de «vulgares, ilegales y criminales».
Estas medidas, respaldadas por naciones de la Unión Europea, tendrían como objetivo «rendir por hambre» al pueblo venezolano. Sin embargo, Gil enfatizó el triunfo de la resistencia nacional: «Fueron derrotadas por la firmeza y dignidad del pueblo venezolano, que ha demostrado una resiliencia inquebrantable ante la agresión imperial».
Este contexto se enmarca en las disputas territoriales por el Esequibo, región rica en recursos que Venezuela reclama como propia, y que ha escalado con maniobras militares conjuntas entre Guyana y potencias occidentales, incluyendo ejercicios navales en aguas disputadas.
Un Caracas en paz: Testimonio internacional contra la desestabilización
En un tono más optimista, el canciller celebró la llegada de los más de 500 representantes internacionales, provenientes de América, Europa, África y Asia, quienes han sido testigos de una capital «en paz, alegre y celebrando las festividades navideñas».
Para Gil, esta presencia masiva no es casual: confirma el «respaldo global a la paz en Venezuela» y envía «un mensaje contundente» a quienes buscan convertir al país en «un teatro de guerra».
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Denunció además los «intentos recientes de desestabilización», que, a su juicio, pretenden revivir la Doctrina Monroe –la política histórica de EE.UU. para dominar el continente–.
En contraposición, Venezuela se apega a la Doctrina Bolivariana, enfocada en la soberanía, la independencia y la unión de los pueblos latinoamericanos. «No permitiremos que nos impongan una agenda foránea; aquí decidimos nuestro destino», aseveró.
Llamado a la acción: De la solidaridad a la defensa concreta
Gil destacó la «solidaridad mundial impresionante» hacia Venezuela, manifestada en resoluciones de organismos como la ONU, ALBA-TCP y el apoyo de aliados como Rusia, China e Irán. No obstante, urgió a transformar ese apoyo en «acciones concretas» para contrarrestar las amenazas.
Cerró su intervención con un mensaje de empoderamiento: «Aquí hay un pueblo digno, rebelde, que no se arrodilla. Y hoy más que nunca tenemos un mandato: defender la paz, la soberanía y el derecho de América a decidir su propio destino».
La Asamblea de los Pueblos, que se extenderá hasta el 12 de diciembre, incluye debates sobre integración regional, antiimperialismo y estrategias para la paz, con participación de figuras como activistas palestinos, cubanos y brasileños.
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Con información de El Universal.
