«A pesar de que estos juegos no cuentan para el récord de la ronda eliminatoria, los fanáticos merecían un buen show de los dos equipos, y creo que se lo dimos”, indicó el mánager de Magallanes.
El beisbol venezolano se cotizó a la alza como producto de exportación, la noche del viernes, en Miami. 31 mil 508 almas hicieron vibrar al loanDepot Park con el primer Caracas-Magallanes de la historia disputado fuera de territorio nacional.
Nunca antes un duelo entre los Eternos Rivales se celebró más allá de las fronteras venezolanas. Y nunca antes la diáspora se sintió tan cerca del mayor espectáculo deportivo del país.
Ramón Cabrera impulsó la carrera de la ventaja en la novena entrada, con un doble, y Alberth Martínez empujó el 4-2 definitivo en la pizarra con un elevado de sacrificio, para darle al Buque el pase a las semifinales del Choque de Gigantes, en un duelo que representó la decimoséptima ocasión que se enfrentaron a los Leones en sedes alternas, de acuerdo con los registros del periodista y recopilador Tony Flores.
“Fue un verdadero orgullo dar ese batazo para lograr la victoria en un ambiente tan bonito como este que vivimos”, dijo Cabrera a la transmisión de ByM Sport después del compromiso en el que bateó de 4-3 con un par de tubeys e igual número de remolcadas. “Me concentré en ese último turno en dar una conexión lejana, para traer la carrera que estaba en tercera base”.
El receptor castigó a su antigua piel luego de que Aerverson Arteaga inaugurara el noveno episodio con un doble contra Sam Bordner y, acto seguido, Angelo Castellano se embasara con un rodado hacia la inicial al que ninguno de los tres defensores involucrados en la jugada logró llegar a tiempo.
Ante ese escenario, Cabrera, ya con dos strikes en la cuenta, dirigió la bola hacia el jardín izquierdo para romper la paridad 2-2. Y poco después, Martínez elevó hacia el bosque derecho para despedir a Bordner, el perdedor de la noche.
Fiesta en Florida
Derek West, nativo de Orange City, Florida, estuvo y se sintió en casa al ponchar a los cinco primeros rivales que enfrentó, como abridor de Magallanes. No obstante, en el tercer episodio vio como el Caracas fue quien bautizó el score, luego de haber retirado a seis bateadores en fila durante la velada.
Gabriel Noriega se embasó por un error en tiro del camarero José Peraza y, posteriormente, anotó con un profundo y potente biangular de René Pinto hacia el leftfield, que alcanzó las 105,8 millas por hora en velocidad de salida. Pinto avanzaría hacia la antesala con otra sólida conexión de Carlos Tocci hacia el bosque derecho, como preámbulo a un sencillo de Liván Soto, para el 2-0.
A partir de ese momento, el pitcheo bucanero no ofreció más libertades, hasta el punto que seis relevistas: Bryan Mata, Alfred Gutiérrez, Bubby Rossman, Daniel Palencia, el ganador Brayan Palencia y Wilking Rodríguez, quien se apuntó el juego salvado, se combinaron para trabajar 6.0 innings en blanco, con apenas un imparable admitido.
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La remontada de la artillería naval, por su parte, comenzó a gestarse en el quinto tramo, cuando Cabrera pegó el primero de sus biangulares, ante Joshua Cornielly, para engomar a Castellano y recortar distancia, antes de que él mismo pisara el plato con un incogible de Jacob Rhinesmith, también ante Cornielly, que igualó las acciones.
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“Vinimos a brindar un buen espectáculo. A pesar de que estos juegos no cuentan para el récord de la ronda eliminatoria, los fanáticos merecían un buen show de los dos equipos, y creo que se lo dimos”, indicó el mánager de Magallanes, Eduardo Pérez, a One Baseball Network. “Fue una experiencia muy bonita que debería repetirse en el futuro, no sólo acá en Miami, sino en otras ciudades de Estados Unidos”.
Prensa LVBP.