Los policías lograron localizar y arrestar al responsable del asesinato de la pareja unas ocho horas después del tiroteo. La pistola fue hallada junto a él.
Una pareja venezolana fue asesinada a tiros en Tampa, Florida, el pasado fin de semana.
Jessica Rivera (40) y Carlos Chirino (37) fueron encontrados cerca de una camioneta Chevrolet Colorado blanca.
El hombre se encontraba fuera del vehículo tendido en el suelo, mientras que la mujer estaba parcialmente colgando del lado del pasajero.
Fue gracias a que Jessica grabó el crimen con su teléfono celular que la policía pudo dar con el responsable.
En la grabación se muestra al acusado, Louis Jules, abriendo la puerta trasera de la camioneta.
La pareja confrontó al sospechoso hablándole en español. «¡Oye, no puedes entrar en mi auto!», dijo Carlos.
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En ese momento, Jules le arrojó un vaso en la cara y posteriormente sacó un arma y le disparó.
La mujer gritó y el video registró varios disparos más. La grabación muestra al sospechoso de pie junto a la mujer con el arma antes de desaparecer.
Los policías lograron localizar y arrestar a Jules unas ocho horas después del tiroteo. La pistola fue hallada junto a él.
Motivación para asesinar a la pareja
Según documentos judiciales, el acusado, Louis Jules, afirmó haber vendido la camioneta a las víctimas, pero la pareja, supuestamente, no le había pagado.
El hombre justificó haber intentado subir al vehículo para acompañar a la pareja a un cajero automático a sacar dinero. Fue entonces cuando ocurrió el enfrentamiento.
Se conoció que Jessica y su hermana llegaron a Estados Unidos con un parole humanitario, bajo el patrocinio de Jules.
Las mujeres estuvieron viviendo en su casa pero, según familiares de la víctima, el hombre las acosaba y fue entonces que decidieron irse. Sin embargo, los acosos no habrían cesado.
La hermana de Jessica dijo en una entrevista que habían denunciado la situación a las autoridades, pero que estos no habían hecho nada. En un comunicado, la policía dijo que se les orientó cómo podían solicitar una orden de alejamiento, pero que las víctimas nunca concretaron la petición.
Jules fue acusado de dos cargos de asesinato en primer grado y un cargo de manipulación de evidencia física relacionada con un delito capital.
Jessica tenía una hija de 20 años y un niño de 10.
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Con información de El Regional del Zulia.
