Curazao exige que cada persona tenga un seguro y el monto de cobertura debe ser de al menos US$15.000.
Desde el pasado 3 de abril de 2023, la frontera marítima entre Venezuela y la isla de Curazao fue reabierta.
Sin embargo, el comercio flotante de La Vela de Coro, en el estado Falcón, no ha podido comenzar con la venta de frutas, verduras, hortalizas y pescados en la isla caribeña.
Los lancheros venezolanos no tienen completa la documentación que exige el Gobierno curazoleño.
Johan Hernández, marino de La Vela, explicó que es necesario adquirir una póliza de seguro para cada miembro de las embarcaciones, porque Curazao exige que cada persona la tenga y el monto de cobertura debe ser de al menos US$15.000.
No obstante, algunos de los marinos venezolanos contrataron el servicio con una empresa venezolana, pero las autoridades curazoleñas la rechazaron.
«La mayoría no tiene cómo pagar esa póliza y es lo que estamos tratando de resolver», destacó Hernández.
Muy pronto
Por su parte, el presidente de la Fundación «Barquitos de Venezuela», Eli Quiñones, estimó que «muy pronto» puedan comenzar los viajes hacia la isla vecina.
En ese sentido, comentó que se espera que sea después de Semana Santa que comiencen los comerciantes venezolanos a llevar a Curazao la mercancía para venderla.
Resaltó que 4 embarcaciones «están listas» para el mercado flotante, puesto que los dueños están invirtiendo para llevar la primera carga.
Sostuvo que el «único retraso» que existe es el tema de la póliza de seguro que exigen las autoridades de la isla de Curazao.
«Las primeras 4 embarcaciones que van a zarpar ya están listas, esperamos que los marinos puedan hacer sus pólizas de seguro y después de Semana Santa arrancar con todo, cumpliendo con todas las reglas», destacó.
Con información de Banca y Negocios.