Los nuevos planes regionales dependerán de los tres cuarteles aliados de Norfolk (EEUU), Brunssum (Países Bajos) y Nápoles (Italia).
Los ministros de Defensa de la Otan avanzaron este viernes 16 de junio en la concreción de nuevos planes regionales que reforzarán la disuasión y defensa aliadas con la puesta en máxima alerta de más de 300.000 efectivos, y que esperan ver la luz en la próxima cumbre de la organización en Lituania en julio.
“Por primera vez desde la Guerra Fría estamos conectando plenamente la planificación de nuestra defensa colectiva con la planificación de nuestras fuerzas, capacidades y mando y control”, afirmó el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, en una rueda de prensa al término de una reunión de dos días de los ministros.
Ésta fue la última ministerial antes de la cumbre y estuvo centrada principalmente en los preparativos de las decisiones que verán la luz en Vilna, incluidas las que apuntalarán el apoyo aliado a Ucrania para que siga haciendo frente a la invasión rusa.
Los nuevos planes regionales dependerán de los tres cuarteles aliados de Norfolk (EEUU), Brunssum (Países Bajos) y Nápoles (Italia), que se reparten geográficamente la defensa de toda la Alianza.
Requerirán una adaptación de los mecanismos de mando y control de la Otan y una nueva estructura de fuerzas de la Alianza, que quiere mantener a 300.000 soldados en alta disponibilidad respaldados por importantes capacidades aéreas y navales.
El político noruego destacó que los ministros también acordaron un nuevo modelo de rotación para la defensa aérea y antimisiles, que “garantizará que los recursos se utilicen de la manera más eficaz” y que “podamos pasar sin problemas de la vigilancia aérea a la defensa antiaérea”.
Igualmente, revisaron el Plan de Acción de Producción de Defensa de la Otan que se espera se apruebe en Vilna, que incluye medidas concretas para aumentar la capacidad de la industria transatlántica de la defensa y aumentar la interoperabilidad.
Los aliados tienen ya en marcha un programa de compras conjuntas -incluidas de munición de 155 milímetros que solicita Ucrania- con una inversión de 1.000 millones de dólares.
Otro asunto que acordaron los ministros fue un aumento sustancial de los objetivos de capacidad de munición crítica que deben mantener.
Con información de Agencias.