Venezuela busca salvar la palma bendita del colapso por la devoción religiosa

131
Venezuela busca salvar la palma bendita del colapso por la devoción religiosa
Venezuela busca salvar la palma bendita del colapso por la devoción religiosa

Aunque la ciencia ofrezca soluciones para la gestión ecológica, el resguardo final de la palma bendita depende de la conciencia social y la educación para mitigar la presión directa de la actividad humana.


La palma bendita (ceroxylon), especie de la Cordillera Andina, enfrenta una amenaza crítica derivada de su alta demanda ceremonial, especialmente durante la Semana Santa.

Ante esta presión ecológica, el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) puso en marcha un proyecto crucial destinado a garantizar la supervivencia de este género vegetal.

La iniciativa es liderada por el biólogo Pablo Lau, del Centro de Ecología del IVIC, quien trabaja para revelar los patrones de distribución de la palma e identificar el impacto real que la extracción masiva de sus hojas tiene sobre ecosistemas vitales, como el Parque Nacional Macarao.

Según medios locales, Lau enfatizó la fragilidad inherente de la especie. «Todas las especies del género Ceroxylon en Suramérica están en peligro de extinción porque son plantas muy longevas.»

Estas palmas, esbeltas, altas y solitarias, habitan entre los 1.500 y 2.800 metros sobre el nivel del mar, actuando como referentes de la vegetación montañosa venezolana.

Únete al WhatsApp de El Paraguanero

La investigación busca generar planes de manejo adecuados que permitan conciliar la fe religiosa con la fragilidad ecológica, garantizando el cuidado de la planta en los parques nacionales.

Ratón mochilero: aliado inesperado

El equipo de investigación del IVIC hizo un hallazgo notable que ofrece una ruta de esperanza en la conservación. Al estudiar la Palma Prapa (Wettinia praemorsa) —otra especie en riesgo presente en los bosques cercanos a la sede del IVIC—, el biólogo Lau y su equipo descubrieron a un pequeño e insospechado aliado: el ratón mochilero.

Mediante el uso de tecnología de cámara trampa, se observó que este roedor desempeña un rol esencial en la dispersión de las semillas.

El ratón, en lugar de consumir todas las semillas, las entierra a lo largo del bosque, facilitando su germinación y la creación de nuevos individuos, un proceso de producción que hasta ahora había pasado desapercibido para la ciencia.

«Pudimos ver que muchas semillas no las consume y las entierra, lo que aumenta la producción. Es un descubrimiento nuevo,» señaló Lau. Resaltó, a su vez, el valor de la observación científica en el hallazgo de soluciones naturales.

La investigación del IVIC recalca que, aunque la ciencia ofrezca soluciones para la gestión ecológica, el resguardo final de estas especies depende de la conciencia social y la educación para mitigar la presión directa de la actividad humana.

Te recomendamos leer: Cavecom-e: 90% de las remesas en Venezuela ingresan a través del USDT

Con información de El Nacional.