Esta vaca le fue robada varias veces a «Gollito», incluso la primera cría que parió se la robaron y descuartizaron en el conuco donde se alimentaba.
El nacimiento de trillizos en bovinos es relativamente raro, pero puede ocurrir. Y eso fue lo que despertó la atención de muchos pobladores de Adaure Sur del municipio Falcón quienes se acercaron al lugar donde Gregorio Segundo Revilla Bracho, de 72 años, cariñosamente conocido como «Gollito», tiene sus animales.
En ese criadero, herencia de Don Esteban Revilla Atacho, está una vaca de unos 14 años que tiene muchas historias y que justamente este 13 de marzo, tuvo su quinto parto, con la particularidad que trajo al mundo a un trío de becerritos.
Esta vaca le fue robada varias veces a «Gollito», incluso la primera cría que parió se la robaron y descuartizaron en el conuco donde se alimentaba.
«Después fue robada tres veces mas. Nos ha tocado a sus hijos y a él, entrar al monte a buscarla», dijo Maygreth Revilla al referir que su padre siempre se ha dedicado a su vaquita; ya que vende la leche y de los becerros, cuando ya estan desarrollados, comercializa la carne.
«Gracias a Dios que ha guardado esa vaca, que son los ojos de él, porque tiene dos más, pero esta ha sido la que lo ha acompañado todo este tiempo» señaló .
Al principio se decía que esa vaca era machorra, porque duró varios años sin parir y era dificil que quedara preñada. Este es el quinto parto que ha tenido y nos sorprende con esta bendiciones, de tres becerros. Todos en perfecto estado de salud.
Yannira Rodríguez, otra de las hijas de Gregorio Revilla, destacó que la carga genética fue importantísima para este parto múltiple. «Papá fue el único hijo de mi abuelo Esteban que mantuvo la tradición de ser criador», señaló Yannira quien comentó que las vacas paren de 9 meses y dos semanas aproximadamente y que ésta se trata de una vaca dócil y lechera. Además «Gollito» tiene ovejos, chivos y vacas.
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Maygreth se siente muy feliz por lo que le ocurrió a su papá, una persona muy querida en Adaure. «Él vende leche y suero, incluso yo aprendí a hacer natilla con la leche y se las vendía en la vía Santa Ana y también él le regalaba leche a las personas que le pedían», concluyó.
Redacta: Pedro Colina Depool.
